La ruptura con Argelia
La escalada contenciosa con Argelia -que ayer decidió suspender el tratado de amistad y buena vecindad con España- se ha convertido en una perfecta muestra de como el Gobierno recurre sistemáticamente a fórmulas de ‘pensamiento mágico’ para enfrentarse al rechazo -sea este nacional o internacional- que provocan sus decisiones. Supongo que muchos recordarán las atropelladas declaraciones del ministro de Exteriores, el pasado 22 de marzo, cuando el Palacio Real marroquí filtró a los medios la sorprendente misiva con la que Sánchez ponía punto final a casi cincuenta años de política española …