Pedir disculpas por el ‘caso Reparos’

Fernando Clavijo reveló ayer que el Presidente Torres y su consejero de Obras Públicas, Sebastián Franquis le llamaron para felicitarle por el auto del Supremo que archiva el ‘caso Reparos’.  Dijo Clavijo que agradece las llamadas y que cree en la sinceridad de ambos políticos socialistas, aunque negó que nadie le haya pedido disculpas por los cinco años de persecución política y judicial que tanto él como algunos de sus compañeros del ayuntamiento, funcionarios municipales, colaboradores y hasta familiares han tenido que soportar.

Es curioso que en relación con este asunto de las disculpas se haya abierto un sorprendente debate, sobre si quienes interponen una demanda que es archivada deberían pedir perdón al afectado o los afectados. No es solo una cuestión de deportividad o buena crianza, probablemente tiene mucho más calado: cuando alguien es acusado de algo que finalmente es falso o no puede ser demostrado (a los efectos viene a ser lo mismo) caben distintas reacciones: lo más sencillo sería aceptar unas disculpas formales, pero que ocurra eso -que se pida perdón y que se acepte- es poco frecuente.  Otra opción es denunciar al denunciante, aunque no siempre acaban las cosas como en el ‘Caso mediador’, con media región en pánico. Y por último, cabe la posibilidad -supongo que es la menos costosa en tiempo y recursos- del desenmascaramiento público del denunciante que fracasa. En este caso, estamos ante la segunda derrota judicial de Santiago Pérez, inquisidor oficial de La Laguna, que ya ha recurrido en súplica al Supremo, con escasas posibilidades de éxito. Un viejo refrán castellano asegura que ante la derrota hay que “sostenella y no enmendalla” y Pérez parece atenerse a esa conseja: parece empeñado en mantener una causa agotada, incluso a sabiendas de que no le lleva a ningún lado. Literalmente a ninguno: en las listas municipales de los socialistas de La Laguna han aceptado llevarle testimonialmente el último. Y al Senado no repetirá. A partir de junio, cuando el Parlamento de Canarias elija a los senadores por la comunidad autónoma, Santiago Pérez será probablemente otro político apartado de cualquier responsabilidad por el PSOE. Triste final para quien siempre se consideró a sí mismo como una de las mejores cabezas de la izquierda. La historia conventual de la política canaria le recordará como una suerte de rencoroso ‘Pierre Nodoyuna’.